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21.04.2018

Todo
lo que te cuenten del día de tu boda se quedará corto. Y todo lo que imagines
no será ni la mitad de increíble de lo que pase en realidad.

El
día de nuestra boda, hasta las cosas que salieron mal, fueron perfectas. (esto
lo digo por hacerme la humilde. No salió nada mal, así es la vida)

Teníamos
muy claro, que el míster (el míster murciano) y yo queríamos una boda normal,
de esas que ya no están de moda. Nada de llegadas a la Iglesia en globos aerostáticos
ni ferias de merchandising, ni saludar en calesa a todos los invitados……. Lo de
siempre, una Misa, una cena … y lo que surgiera después. (Bueno yo si que
quería llegar en globo,eso si que quería, pero era peligroso y no iba a jugármela el día de mi
boda. Pero prometo que en un aniversario me desquito y me vuelvo a poner el
traje montada en un globo)

Todo
el mundo me advirtió, pero es que se pasó mucho más rápido de lo que yo pensaba.
Desde el día antes, preparando las flores y ultimando detalles – Aquí hago una
mención especial a BetyBodas por convertir mi casa en una jungla y luego
transportar todos los centros de flores en su coche- hasta el momento que nos
íbamos en el taxi, pues todo eso, se me pasó volando. Todos esos meses a
régimen (jaajajajajajajajaj no me lo creo ni yo) todas las invitaciones, la
música…todo voló en un instante. Pero que instante señores.

Puedo
seguir contando la suerte que tengo en la vida de tener el mejor murciano, la
mejor familia y los mejores amigos del mundo. Pero es mejor que lo veáis
vosotros mismos.  

#hayquecasarsemas