La verdad es que no iba a escribir lo que viene a continuación.
Parece que últimamente se nos está yendo un poco de las manos todo en general.
Y yo pensaba hacer una declaración de esas de las mías donde le doy la razón a esa gente que piensa que todo va mal… que no hay trabajo, que no hay ilusión, ni ganas de cambiar el mundo, ni ganas de ser héroes de cosas pequeñas.
Pero no me da la gana.
¡ Porque no es verdad! Porque…
Siempre hay ALGUIEN que cede su sitio en el metro a ese abuelito que a duras penas mantiene el equilibrio en la convulsa linea 1 del metro de Madrid.
Siempre hay ALGUIEN que consigue hacerte olvidar todos los males del mundo a golpe de tintos de verano…
Siempre hay ALGUIEN que transforma unas lágrimas de cocodrilo en un no parar de reír. (por eso yo siempre recomiendo el rimel WATERPROOF para que una pueda llorar a gusto de risa y seguir divina)
Siempre hay ALGUIEN que en el peor momento te regala unas flores amarillas que en realidad son narcisos aunque no sea época!
Siempre hay ALGUIEN que te sonríe porque si.
Siempre hay ALGUIEN que hace necesario que se fabrique ya una máquina de congelar el tiempo.
Siempre hay ALGUIEN que hace que valga la pena.
Siempre hay ALGUIEN que dices tú: » ¿pero que hacía yo antes de tener esta suerte de tener a este ALGUIEN?»
Siempre hay ALGUIEN que puede ser uno o unos cuantos. Unos cuantos que son como billetes con el premio gordo. El premio gordo de la vida que va y toca y no te mereces. Pero oye ahí está. No le pasa a todo el mundo… a mi si.
Siempre hay ALGUIEN que te hace querer cada día, ser mucho, mucho mejor.
Y ya está. Así de fácil.